Las mujeres en la gestión de proyectos
Una serie de cinco partes que explora la diversidad de género en el lugar de trabajo.
Por Linda Henry
Las mujeres en la gestión de proyectos
Una serie de cinco partes que explora la diversidad de género en el lugar de trabajo.
Por Linda Henry
Parte 2
Hemos recorrido un largo camino, muchachas, ¿o no es así?
Hay cosas que dicen las personas que nunca se olvidan. Te moldean de forma impredecible, a veces te inspiran para trascender las limitaciones y explorar nuevas posibilidades. Estoy segura de que mi profesora de mecanografía de la escuela secundaria pensaba que estaba siendo alentadora cuando, en respuesta a mis excepcionales destrezas taquigráficas y mis constantes puntuaciones de mecanografía de entre 105 y 110 palabras por minuto sin errores, exclamó delante de la clase: “¡Vas a tener una gran carrera como secretaria ejecutiva!”.
En el fondo quería ser periodista o ingeniera genética. Opté por especializarme en periodismo porque en aquella época el campo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) para las mujeres era bastante estrecho. Y, para ser sincera, la clase de Cálculo de mi último año había destruido mi deseo de cursar Matemáticas en la universidad.
Para inaugurar el Mes de la Historia de la Mujer el pasado mes de marzo, Smartsheet organizó un debate en el que participaron mujeres líderes. Ronit Bohrer Hillel, vicepresidenta de Ingeniería, dijo lo siguiente:
Las mujeres ingenieras no se asocian socialmente con los hombres ingenieros, por lo que los hombres no piensan en ellas a la hora de la contratación. Nosotras somos quien tenemos que llevar a nuestros homólogos a ese juego.
Una mirada retrospectiva a las mujeres en las carreras profesionales de STEM
Hasta el siglo pasado, si una mujer en Estados Unidos quería acceder a la educación superior, su elección se limitaba a asistir a un seminario. Cuando se hizo más común que las mujeres buscaran una educación universitaria, las carreras científicas y tecnológicas se consideraban dominio de los hombres. No fue hasta 1980 cuando el porcentaje de mujeres que adquirían una licenciatura alcanzó el 49%. Esto pone en contexto la falta de representación de las mujeres en las carreras profesionales de STEM hasta que la Generación X entró en las universidades. Ahora tenemos escuelas, así como organizaciones como la Fundación Nacional de Ciencias, que patrocinan programas especiales para animar a las jóvenes a trabajar en el ámbito de las ciencias.
La promulgación del Título IX en 1972 garantizó el derecho a una educación libre de discriminación sexual, pero no fue hasta 1974 (tras el comentario de mi profesora de mecanografía) cuando se promulgó en Estados Unidos la ley sobre los Derechos de la Mujer a la Igualdad de Oportunidades Educativas. Para entonces, ya había mujeres científicas trabajando en diversos campos, sobre todo en la NASA, cuyo programa financiado con fondos privados Mujeres en el espacio, Mercury 13, fue una iniciativa para reclutar y capacitar a mujeres astronautas a principios de los años sesenta. Una década antes, la NASA contrató a cientos de mujeres matemáticas, o “computadoras humanas”, que ayudaron a lanzar el programa espacial. Ochenta de estas mujeres eran negras y su historia se celebró en la película de 2016 Talentos ocultos, basada en el libro homónimo de Margot Lee Shetterly.
Pero aun así, las opciones de carreras profesionales más comunes para las mujeres entre los años 40 y 80, además de la maternidad, incluían ser secretaria, docente, contadora, camarera o enfermera.
Desde la década de 1990 hasta la actualidad, el número de mujeres que trabajan en campos relacionados con las disciplinas de STEM ha aumentado. Sin embargo, en 2019, el porcentaje de mujeres en carreras profesionales de STEM era solo del 27%, mientras que el porcentaje de mujeres en la fuerza laboral había alcanzado el 48%.
El estado actual
Una carrera profesional de STEM que creció notablemente para las mujeres en los últimos años es la de gerente de proyectos, especialmente en empresas tecnológicas. Según Project Management Institute (PMI), se calcula que entre el 20 y el 30% del personal de gestión de proyectos en todo el mundo está compuesto por mujeres. Muchas empezaron su carrera profesional como expertas técnicas y con el tiempo pasaron a desempeñar el rol de gerente de proyectos. Si bien las investigaciones sugieren que la diversidad, incluido el equilibrio de género en la gestión de proyectos, produce mejores resultados en los proyectos, persiste el obstáculo de la falta de modelos femeninos para las mujeres en estos campos.
El trabajo de gestión de proyectos es lucrativo para las mujeres, pero no tanto como para sus colegas masculinos. Una comparación internacional muestra las siguientes diferencias salariales entre hombres y mujeres:
La buena noticia es que, en general, las mujeres gerentes de proyectos ganan el 92% de lo que ganan los hombres, lo que se traduce en un diez por ciento más que la brecha salarial actual en todas las profesiones. Sin embargo, como en otras profesiones, la brecha es mayor para las mujeres negras e hispanas.
La cuestión de la igualdad salarial sigue teniendo repercusiones para las mujeres en toda la fuerza laboral. Mi primer trabajo al salir de la universidad fue como profesional del desarrollo en la Fundación de Mujeres de Negocios y Asuntos Profesionales (BPW) en Washington D.C. En 1984, nuestra iniciativa prioritaria era trabajar con grupos de presión en Capitol Hill para lograr la igualdad salarial de las mujeres en la fuerza laboral. En aquella época, las mujeres ganaban un 63,7% de lo que ganaban los hombres. Desde entonces, la brecha salarial se redujo en menos de medio céntimo al año y, a principios de 2022, las mujeres ganan ahora 82 centavos por cada dólar que ganan los hombres. Este promedio entre todas las mujeres no tiene en cuenta la disparidad variable para las mujeres de color. Como se puede ver en el gráfico que aparece a continuación, en algunos segmentos de nuestra población aún no se cerró la brecha con el porcentaje promedio de todas las mujeres cuando yo escribía propuestas de subsidios hace casi 40 años para la BPW.
¿Hacia dónde nos dirigimos?
Un mayor número de mujeres que desempeñan roles de gestión de proyectos aporta una dimensión diferente a la forma de gestionar los proyectos. Según datos estadísticos de PRINCE2® (PRojects IN Controlled Environments), las mujeres tienden a ser mejores comunicadoras, lo que da lugar a una gestión más rápida de los problemas a medida que surgen. Los hombres son más propensos a asumir riesgos y tienden a motivar a través de la competencia que fomenta el éxito. El equilibrio entre los puntos fuertes de liderazgo de cada sexo es importante para lograr la mayor innovación y los mejores resultados en los proyectos.
Mary Bermel, directora sénior de Operaciones de Marketing de Smartsheet, tiene esta perspectiva. “El trabajo consiste esencialmente, y cada vez más, en proyectos. Es una economía de proyectos, por así decirlo, en la que el trabajo se define como proyectos con el objetivo de obtener un resultado. En esencia, la gestión de proyectos se centra en las personas. Se trata de personas que se reúnen para definir, planificar, desempeñar, supervisar y evaluar el trabajo, y el rol de los gerentes de proyectos es orquestar la actividad a través de una planificación y ejecución meditadas, organizadas y detalladas”.
Al pensar en el futuro y en lo que la mentalidad femenina aporta a la función de gestión de proyectos, agrega: “Creo que las mujeres son especialmente aptas para la gestión de proyectos porque estamos acostumbradas a hacer varias tareas a la vez, a hacer malabarismos con varias cosas en simultáneo y porque la tendencia femenina a ser cariñosa y atenta es fundamental para trabajar eficazmente con personas. Muchos de los hombres con los que trabajé trabajan de la misma manera, pero estos rasgos tienden a estar más concentrados en la mujer. Descubrí que la diversidad en la gestión de proyectos, incluido el equilibrio de género, produce mejores resultados”.
En abril de 2022, de los 1833 gerentes de proyectos empleados en Estados Unidos, solo el 38% eran mujeres. Si bien esto supone un aumento del 8% en los últimos ocho años, si el ritmo de crecimiento sigue siendo el mismo, no alcanzaremos la paridad 50/50 hasta el año 2034. ¿Es esto suficiente? ¿Qué podemos hacer para acelerar el aumento del número de mujeres que se desempeñan en la gestión de proyectos y, al mismo tiempo, cerrar la brecha salarial de género? Exploraremos estos temas en la tercera parte de esta serie que viene a continuación: “La nueva mentalidad de liderazgo”.