¿Qué es un plan de relaciones públicas?
Un plan estratégico de relaciones públicas es “una hoja de ruta que te lleva desde donde estás hasta donde quieres estar”, afirma Mary Meagher, presidenta de The Meagher Group, una empresa de asuntos públicos con sede en Washington D. C. que ofrece a sus clientes una combinación única de experiencia política, empresarial y de comunicación. Según Meagher, las organizaciones necesitan estrategias de relaciones públicas por la misma razón que necesitan estrategias de marketing, ventas y desarrollo de productos: porque el resultado deseado es demasiado importante para dejarlo al azar.
Hay muchos tipos de planes de relaciones públicas. Algunas son a corto plazo y pueden centrarse en un solo objetivo, como obtener una cobertura positiva en los medios de comunicación del discurso principal que su director ejecutivo ofrece en un evento importante del sector. Otros planes de relaciones públicas son más integrales y están diseñados para ayudar a una organización a alcanzar sus objetivos comerciales principales. Esos planes a corto plazo a menudo se convierten en componentes clave de la estrategia de relaciones públicas más amplia de una organización.
Según Keyes, quien gestionaba campañas de marketing y relaciones públicas globales en Microsoft antes de iniciar su negocio, las organizaciones deben pensar en las relaciones públicas como una estrategia a largo plazo. “Creo que es importante tener un plan maestro en el que esté trabajando todo el tiempo, y debe ser ágil para que pueda adaptarse rápidamente a la información y las oportunidades nuevas a medida que cambian las cosas”, explica.
Pero Keyes también dice que no cree en planes de relaciones públicas que son tan complejos, difíciles de manejar y, en última instancia, abrumadores que terminan siendo ignorados porque nadie está dispuesto a intentar implementarlos. “A menudo recomiendo dividir las cosas en partes más pequeñas y más manejables, dependiendo del tamaño de la organización y del presupuesto y los recursos disponibles para administrar las relaciones públicas”.
Los cronogramas de las relaciones públicas, incluso para esos planes maestros de relaciones públicas, pueden variar. Keyes afirma que las organizaciones más grandes a menudo tienen planes de relaciones públicas que abarcan todo un año. Por el contrario, una pequeña empresa puede tener un plan diseñado para ayudarlos a avanzar durante el trimestre actual. Durante cada uno de esos tres meses, prueban diferentes iniciativas de relaciones públicas, a veces semanales, y luego evalúan sus resultados y desarrollan un nuevo plan para el siguiente trimestre.
“Conozco algunas empresas que dividen su plan de relaciones públicas en actividades diarias, especialmente aquellas que se centran en hacer relaciones públicas a través de las redes sociales”, dice Keyes. “Así que tienen un calendario en el que comparten información, exploran diferentes temas e ideas, y usan herramientas en las redes sociales para ayudar a impulsar las relaciones públicas positivas de lunes a viernes”.
Desarrollar su plan estratégico de relaciones públicas
Antes de empezar a elaborar su plan estratégico de relaciones públicas, debe hacer la debida diligencia para revelar los obstáculos del pasado y cómo superarlos y ayudar a anticipar posibles obstáculos en el futuro.
La investigación le permite ver las oportunidades existentes que puede aprovechar y dónde es posible que necesite crear nuevas opciones. También le permite determinar a quiénes intenta influir, qué es importante para ellos y cuáles son las tácticas más efectivas para contactarlos. Empiece con la investigación y formule un plan realizando estas tareas:
- Evaluar su situación actual: Determine qué hay que cambiar o mejorar, e identifique los elementos positivos en los que puede basar su trabajo.
- Estudiar el entorno: Identifique cualquier tendencia industrial, económica o social que se deba tener en cuenta. Por ejemplo, si la noticia está llena de preocupaciones de los consumidores sobre una reciente violación de los registros electrónicos de salud, podría afectar el tipo de plan de relaciones públicas que desarrolla una organización de atención médica.
- Descubrir datos: Las estadísticas y otra información obtenida de la investigación pueden ayudarlo a desarrollar y diferenciar su mensaje.
- Identificar cronogramas: Esto también incluye hitos, calendarios de eventos o fechas límite que debe considerar para desarrollar su plan.
- Sea realista: Cíñase a un presupuesto, contrate personal adecuadamente y determine objetivos alcanzables.
Para empezar a establecer un presupuesto realista, esta plantilla de relaciones públicas puede ser útil. Después de todo, no podrá alcanzar sus objetivos si no tiene los medios para financiar las tácticas necesarias.
Descargar la plantilla de presupuesto para relaciones públicas
“La investigación es la clave para comprender realmente lo que estás tratando de lograr”, dice Meagher, quien se desempeñó como director de comunicaciones para un senador estadounidense y subsecretario adjunto de Relaciones Públicas del Departamento de Trabajo de EE. UU. antes de fundar su empresa. “El mayor error que cometen las personas en el ámbito de las relaciones públicas es no tomarse tiempo para hacer las investigaciones y análisis necesarios a fin de elaborar un plan estratégico inteligente que se pueda mantener con el tiempo”.
A continuación, analizaremos en profundidad los seis elementos básicos que cada plan estratégico de relaciones públicas debe incluir:
1. Definir metas y objetivos
Una vez que haya hecho su investigación y esté listo para empezar a crear su plan de relaciones públicas, el primer paso es determinar qué quiere lograr. Como observó el famoso beisbolista Yogi Berra: “Si no sabes hacia dónde te diriges, puedes terminar en otro lugar”.
Las relaciones públicas estratégicas siempre comienzan con metas y objetivos claros. Conocer los resultados que desea obtener guiará los otros pasos del proceso de planificación de relaciones públicas ayudándolo a determinar a qué audiencias debe llegar y qué mensajes y tácticas pueden ayudarlo a alcanzar sus metas.
2. Identificar públicos objetivo
Las relaciones públicas consisten en establecer relaciones positivas con públicos clave que de alguna manera están conectadas con su negocio. Esto puede incluir no solo al público en general, sino también alguna combinación de lo siguiente:
- Clientes actuales y potenciales
- Inversores y analistas
- Comerciantes y proveedores
- Reguladores gubernamentales y encargados de formular políticas
- Empleados y sus familias
- El gremio, los consumidores y los medios de comunicación
Piense en los públicos a los que debería apuntar para los objetivos que tiene en mente. ¿A quién necesita involucrar e influir para lograr esos objetivos?
3. Establecer la estrategia
La elección de las estrategias de relaciones públicas adecuadas dependerá de una comprensión clara de sus objetivos y del público objetivo. Las personas a menudo confunden las estrategias de relaciones públicas con las tácticas de relaciones públicas, pero hay una gran diferencia. Las estrategias son enfoques generales para alcanzar los objetivos. Las tácticas son las actividades diarias que implementa una organización para llevar a cabo cada estrategia.
Si una empresa planea finalizar una OPI exitosa para finales de año, uno de sus objetivos puede ser elevar el perfil del director ejecutivo entre los potenciales inversores. Las estrategias para ayudar a la empresa a alcanzar ese objetivo pueden incluir organizar que el director ejecutivo sea un orador destacado en los eventos del sector a los que asisten los públicos objetivo y publicar artículos de su autoría en publicaciones comerciales y blogs de gran alcance para establecer al director ejecutivo como líder de pensamiento del sector.
Las tácticas que apoyan cada una de esas estrategias serán las tareas individuales necesarias para asegurar los compromisos de habla, producir y publicar los artículos, y promocionar ambos.
4. Crear mensajes clave
Diseñe sus mensajes clave no solo para educar e informar, sino también para cambiar las percepciones de las personas u obligarlas a tomar medidas. Estos mensajes deben ser directos y concisos. Elabore mensajes clave para cada uno de sus objetivos y audiencias objetivo. Los datos pueden ayudarlo a dar forma, apoyar y diferenciar sus mensajes clave; sin embargo, puede ser igual de importante encontrar las historias en el centro de su estrategia de relaciones públicas.
“El arte de contar historias es muy importante cuando se trata de relaciones públicas”, dice Keyes. “Hoy, todos estamos inundados de información, así que tenemos que encontrar una forma de abrir camino en todo ese ruido y contar una historia que se conecte y resuene con las personas a las que queremos alcanzar”.
5. Desarrollar tácticas
Use su conocimiento de sus metas, audiencias objetivo y mensajes clave para identificar las mejores tácticas para su plan de relaciones públicas. Su plan de relaciones públicas puede incluir varias tácticas en varias plataformas y canales, desde las relaciones con los medios tradicionales (presentar historias a la prensa), las redes sociales, los eventos de relaciones públicas, la narración digital y mucho más.
También es una buena idea desarrollar varias tácticas para cada objetivo y público objetivo, porque aunque investigue y planifique cuidadosamente, no puede estar seguro de que funcionará una táctica en particular. Además, asegúrese de que sus tácticas reflejen con precisión la imagen que quiere que tengan las personas sobre su organización.
“Es muy importante que las actividades de relaciones públicas estén en sintonía con la marca de una organización”, afirma Keyes. “Por ejemplo, Nordstrom es un minorista de gama alta, por lo que probablemente no tenga sentido que Nordstrom realice actividades conjuntas de relaciones públicas con Monster Jam, el mayor tour de monster truck del mundo. Si bien puede haber algún cruce entre los clientes de Nordstrom y los fanáticos de los monster truck, las dos organizaciones tienen marcas muy diferentes, metas diferentes y diferentes visiones para su negocio”.
La tecnología ofrece muchas formas nuevas de que las organizaciones se dirijan a las audiencias y entreguen mensajes. También crea oportunidades para convertir a los públicos en defensores.
“Parte de un buen plan de relaciones públicas es descubrir cómo influir en otros influencers y obtener su apoyo”, dice Meagher. “En el mundo escéptico actual, es importante combinar las comunicaciones directas y los patrocinadores externos que pueden ampliar su mensaje y darle mayor validez, y que, en ciertos canales, tienen una mayor influencia al transmitir su mensaje directamente”.
6. Medir los resultados
¿Cómo sabrá si su plan de relaciones públicas tiene éxito? Antes de implementar su plan, establezca métricas de éxito o indicadores clave de rendimiento (KPI) para medir el progreso y los logros. Una plantilla puede ayudarlo a identificar y realizar un seguimiento de las métricas que pueden proporcionar información sobre cómo funciona su estrategia de relaciones públicas.
Descargar plantilla del panel de marketing digital
La Declaración de Principios de Barcelona sobre Medición, adoptada inicialmente por el Instituto de Relaciones Públicas (Institute for Public Relations) en 2010 y actualizada cinco años después, es el primer marco general para la medición efectiva de las relaciones públicas y las comunicaciones. Las pautas que ofrece son útiles, pero en realidad depende de cada organización determinar cómo medir el éxito.
“Es muy importante que se midan las campañas de relaciones públicas, del mismo modo que se mediría cualquier otra estrategia o iniciativa de negocios”, explica Keyes. “Hoy en día, hay muchas formas diferentes de medir los resultados, por lo que es importante aclarar esto primero. Es por eso que es importante contar con un plan estratégico de relaciones públicas”.
Keyes dice que, además de evaluar el retorno de su inversión en tiempo, energía y dinero, cuántas personas asistieron a sus eventos o cuánta atención recibieron sus mensajes, también es importante que las organizaciones piensen en el impacto de sus estrategias de relaciones públicas. “Medir el impacto es un poco más complicado, pero hay herramientas y técnicas que puede usar para medir la cantidad de personas que se vieron afectadas por su historia, el tono y el efecto de sus actividades de relaciones públicas, y si sus estrategias de relaciones públicas han influido en la percepción del público”.
Ahora que sabe lo que se necesita para crear un plan estratégico de relaciones públicas, empiece a elaborar el suyo con esta plantilla.
Descargar la plantilla de plan estratégico de relaciones públicas:
¿Qué son las relaciones públicas?
No existe una definición universalmente aceptada del término relaciones públicas, incluso entre los profesionales de relaciones públicas. La primera Asamblea Mundial de Asociaciones de Relaciones Públicas en 1978 definió las relaciones públicas como “el arte y la ciencia social de analizar las tendencias, predecir sus consecuencias, aconsejar a los líderes organizativos e implementar programas de acción planificados, que servirán tanto a la organización como al interés público”.
En 2012, la Sociedad de Relaciones Públicas de América (PRSA), una asociación gremial sin fines de lucro para profesionales de relaciones públicas con más de 30 000 miembros, adoptó la siguiente definición para sustituir a la que había estado utilizando durante 30 años: “Las relaciones públicas son un proceso de comunicación estratégica que construye relaciones mutuamente beneficiosas entre las organizaciones y sus públicos”.
Una de las razones de la falta de consenso es porque la práctica de las relaciones públicas es dinámica y evoluciona constantemente, influenciada por innovaciones técnicas, cambios en las tendencias sociales y necesidades empresariales que cambian rápidamente. Además, como parte de esa evolución, las líneas claras que una vez separaron las relaciones públicas de otras disciplinas como el marketing, la publicidad y los asuntos públicos están empezando a desdibujarse.
Según el Informe global de comunicaciones de 2017 de la Escuela Annenberg de Comunicación y Periodismo de la Universidad del Sur de California, casi la mitad de los profesionales de relaciones públicas y más del 60 % de los ejecutivos de marketing creen que el marketing y las relaciones públicas se alinearán más estrechamente en los próximos cinco años. Además, el 87 % de los profesionales de relaciones públicas creen que en cinco años el término “relaciones públicas” ya no describirá con precisión el trabajo que realizan. Teniendo en cuenta eso, aproximadamente la mitad cree que la práctica de las relaciones públicas debe definirse de manera más amplia, mientras que el resto piensa que el nombre debe cambiarse para reflejar la transformación que se está llevando a cabo actualmente en relaciones públicas.
“A lo largo de los años, el concepto de relaciones públicas ha cambiado, y ahora el nombre también está cambiando”, afirma Whitney Keyes, una experimentada profesional de las relaciones públicas y el marketing, que dirige una empresa de consultoría global con sede en Seattle que desarrolla estrategias de comunicación y marketing para ayudar a las organizaciones a alcanzar el éxito. “Cuando enseñaba en la Universidad de Seattle hace unos años, la escuela cambió el nombre de su programa de relaciones públicas. Ahora se llama Comunicaciones estratégicas. Es básicamente lo mismo: ¿Cómo se puede captar, comunicar y establecer relaciones estratégicas con el público objetivo, a través de muchas plataformas y canales diferentes, para dar forma a la idea que el público tiene de una persona o una organización?”.
Por supuesto, en última instancia, la forma en que define las relaciones públicas es menos importante que la forma en que se utiliza para ayudar a que una organización tenga éxito.
La historia de las relaciones públicas
Las relaciones públicas son tan antiguas como la civilización humana. Uno de los primeros artefactos físicos de las relaciones públicas es una tableta de barro de 4000 años de antigüedad, descubierta en Irak, que tenía por objeto convencer a los agricultores sumerios de que adoptaran prácticas agrícolas que les ayudaran a cultivar mejores cosechas.
Aunque esa antigua tableta de barro es la prueba más antigua de las relaciones públicas que hemos encontrado, es casi seguro que las relaciones públicas tienen sus raíces en algún lugar de los milenios brumosos que precedieron a la historia registrada. Una vez que las personas dejaron de tratar de resolver todas las preguntas con fuerza y empezaron a intentar alcanzar sus objetivos a través de la negociación, la construcción de consensos y la formación de la percepción pública, nacieron las relaciones públicas.
A pesar de sus raíces antiguas, las relaciones públicas modernas no surgieron como profesión hasta principios del siglo XX. Edward Bernays e Ivy Lee son algunos de los pioneros de relaciones públicas más famosos, y a ambos a veces se los llama “el padre de las relaciones públicas modernas”.
A Bernays, sobrino del psicoanalista Sigmund Freud, se le atribuye la acuñación del término “relaciones públicas”. En 1923, escribió Crystallizing Public Opinion, el primer libro que describía la práctica de las relaciones públicas, e impartió el primer curso universitario sobre relaciones públicas en la Universidad de Nueva York. Bernays fue pionero en el uso de la psicología, la sociología y otras ciencias sociales en el diseño de campañas de relaciones públicas persuasivas para ayudar a sus clientes corporativos, políticos y sin fines de lucro a alcanzar sus objetivos.
Lee, experiodista, desarrolló muchos de los principios y técnicas que los profesionales de relaciones públicas siguen hoy en día. Creía en la comunicación abierta con los medios de comunicación, entendía que la publicidad positiva era el resultado de un buen desempeño corporativo y consideraba que los profesionales de relaciones públicas tenían una responsabilidad con el público y con sus clientes. Lee creía que la única manera de que una organización ganara comprensión y apoyo del público era contando su historia con honestidad y precisión.
Uno de los clientes más famosos de Lee fue Pennsylvania Railroad, que lo había contratado para mejorar la imagen pública de la empresa. Un incidente, en particular, destaca la validez del enfoque de Lee respecto de las relaciones públicas. Cuando un tren de pasajeros de tres coches propiedad de Pennsylvania Railroad descarriló mientras cruzaba un nuevo puente sobre Thoroughfare Creek cerca de Atlantic City en 1906, 53 personas se ahogaron. En lugar de intentar encubrir o minimizar el incidente, Lee convenció a los funcionarios del ferrocarril para que invitaran a los periodistas al sitio del accidente, respondiesen sus preguntas y divulgaran abiertamente la información antes de que empezaran a circular los rumores y se publicaran. También emitió lo que muchos consideran el primer comunicado de prensa, detallando todos los hechos conocidos del accidente. El New York Times quedó tan impresionado por la integridad de Lee y la franqueza de la declaración que optaron por imprimirla palabra por palabra.
Las relaciones públicas en medio de la guerra
Las relaciones públicas comenzaron a madurar como una herramienta poderosa entre las dos guerras mundiales y cada vez más después de la Segunda Guerra Mundial.
Uno de los primeros ejemplos de relaciones públicas modernas a gran escala fue durante la Primera Guerra Mundial, cuando el presidente Woodrow Wilson creó el Comité de Información Pública (CPI) y nombró al experiodista George Creel para que la dirigiera. Muchos estadounidenses habían estado en contra de la participación estadounidense en la guerra, considerando que era un problema europeo que no era de su incumbencia. Sin embargo, una vez que se asignaron las tropas estadounidenses, Wilson necesitaba una forma de convencer a los estadounidenses de que apoyaran el esfuerzo de guerra y ayudaran a “hacer que el mundo fuera seguro para la democracia”.
Bajo la dirección de Creel, el CPI utilizó todos los medios de comunicación disponibles, desde noticiarios hasta anuncios en publicaciones estadounidenses, para ayudar a vender bonos de guerra, reclutar nuevos soldados y promover el patriotismo. El CPI llegó a entrenar a 75 000 "hombres de cuatro minutos" y los envió a lugares públicos como cines, salas de conciertos y ferias del condado para que pronunciaran breves discursos destinados a generar apoyo al esfuerzo bélico. La agencia también publicó carteles patrióticos con algunas de las imágenes más duraderas de la época, como el famoso retrato de James Montgomery Flagg de un vigoroso Tío Sam señalando con el dedo y diciendo: "TE QUIERO PARA EL EJÉRCITO DE LOS EE.UU.".
El CPI tuvo tanto éxito que Wilson continuó utilizando una variedad de tácticas de relaciones públicas para promover sus políticas después de que la guerra terminó. El presidente Franklin D. Roosevelt utilizó una estrategia similar durante la década de 1930, cuando necesitaba vender a los estadounidenses de la era de la depresión los beneficios de su Nuevo Trato.
Roosevelt lanzó una campaña de relaciones públicas que culpaba a las corporaciones de los problemas económicos del país. Muchas empresas respondieron contratando agencias de relaciones públicas o creando departamentos internos para defenderse e intentar recuperar el apoyo público.
Más tarde, a medida que se acercaba la Segunda Guerra Mundial y las nubes de tormenta comenzaban a cernirse sobre Europa y el Pacífico, el gobierno de Roosevelt creó la Oficina de Información de Guerra, que organizó una de las campañas de relaciones públicas más grandes de la historia para apoyar con fuerza la entrada de Estados Unidos en la guerra.
Cómo se convirtieron las relaciones públicas en una estrategia de negocios esencial
Durante estos años, las relaciones públicas también estaban afianzándose en el ámbito corporativo de Estados Unidos. Las campañas de relaciones públicas exitosas como las de Arthur W. Page, pionero en las relaciones públicas corporativas, captaron la atención de los líderes empresariales de todas partes.
En 1927, Page fue contratado como vicepresidente de relaciones públicas de AT&T, cargo que ocuparía durante los próximos 20 años, y allí se enfrentó a un desafío abrumador. AT&T estaba experimentando una reacción negativa pública, en gran medida debido a sus esfuerzos por monopolizar las comunicaciones telefónicas, y las investigaciones mostraron que el 90 % de la cobertura de medios de la empresa a lo largo de la década de 1990 había sido negativa.
Después de que AT&T cambió algunas de sus prácticas comerciales, Page lanzó una campaña de relaciones públicas cuidadosamente organizada para resaltar esos cambios, reposicionar a la empresa como un servicio público y fomentar el reconocimiento por sus contribuciones a la sociedad. La cobertura negativa de la prensa bajó rápidamente al 60 % y siguió mejorando.
A mediados de la década de 1940, un número creciente de empresas dependían en gran medida de sus representantes de relaciones públicas para obtener asesoramiento y orientación, del mismo modo que dependían de sus abogados, contadores y otros profesionales con conocimientos y habilidades especializados.
¿Por qué las organizaciones necesitan estrategias de relaciones públicas?
Las organizaciones en muchas industrias diferentes y de todo el mundo utilizan las relaciones públicas estratégicas para lograr una variedad de objetivos generales, como:
- Establecer y mantener una reputación positiva
- Desarrollar la lealtad de los clientes
- Fortalecer las marcas y aumentar el conocimiento de la marca
- Apoyar y reforzar las campañas de marketing
- Generar confianza entre los accionistas y los inversores
- Crear confianza para ayudarlos a capear tiempos difíciles y crisis inesperadas
Las relaciones públicas estratégicas tienen muchas formas. Algunas de los más comunes son:
- Comunicaciones entre negocios y consumidores: Muchas organizaciones desarrollan estrategias de relaciones públicas para las comunicaciones entre negocios (B2B) y entre negocios y consumidores (B2C). El objetivo puede ser fortalecer la posición de una empresa en el mercado, apoyar y sentar las bases para el lanzamiento de un nuevo producto u otros objetivos.
- Comunicaciones internas: Es importante mantener informados a los empleados sobre las políticas, las iniciativas y las estrategias de marketing de la empresa. A través de la transparencia y la comunicación abierta, las organizaciones inspiran confianza y respeto entre sus empleados. Si el negocio se enfrenta alguna vez una crisis o se convierte en el objetivo de críticas injustas, es más probable que estos empleados sean defensores de la empresa.
- Ciudadanía corporativa y extensión comunitaria: Las organizaciones son cada vez más sensibles a su función en las comunidades locales donde hacen negocios, y muchas ahora tienen estrategias de relaciones públicas diseñadas para mostrar su responsabilidad social, filantropía, prácticas comerciales éticas e iniciativas ambientales.
- Gestión de crisis: Cuando surgen problemas, la organización involucrada debe poder evaluar rápidamente la situación, proporcionar información precisa y tomar las medidas necesarias para proteger tanto el negocio como el interés público. Contar con un plan de crisis que se pueda modificar fácilmente para abordar un problema específico suele ser la diferencia entre capear la tormenta y hundirse.
Beneficios adicionales de las estrategias de relaciones públicas
Las estrategias de relaciones públicas también pueden ser útiles para las organizaciones que desarrollan una estrategia de contenido y un plan de optimización en buscadores (SEO). Las relaciones públicas estratégicas ayudan a desarrollar una estrategia de contenido más exitosa al garantizar que el contenido esté estrechamente alineado con los objetivos de la marca y del negocio, y amplificando cada elemento de contenido para que llegue a más miembros de su audiencia objetivo.
Las relaciones públicas también pueden ayudar a avanzar y respaldar una estrategia de SEO más exitosa para las organizaciones al crear contenido excelente, colocarlo en publicaciones clave y generar enlaces a los sitios web y blogs de su empresa.
Las mejores estrategias de relaciones públicas para 2018 y el futuro
Hace dos años, John Hall, director ejecutivo de la agencia de marketing de contenido Influence & Co, declaró que el comunicado de prensa tradicional había muerto y dijo que el futuro de las relaciones públicas estaba en estrategias como el liderazgo de pensamiento, la amplificación de contenidos, la gestión de la reputación en línea y un mayor uso de la promoción de contenidos pagados y los anuncios en redes sociales.
Todas son tendencias en crecimiento, pero Keyes no está del todo de acuerdo con la evaluación de Hall. “El campo definitivamente está cambiando y hay muchas herramientas y técnicas nuevas”, dice Keyes. “Pero lo que veo como más efectivo para muchas organizaciones es volver a lo básico y hacer un buen trabajo en esas formas básicas de comunicar y dirigir las relaciones públicas”.
Debido a la naturaleza dinámica de la industria, las relaciones públicas han evolucionado para adoptar herramientas y tendencias de comunicación, como la narrativa digital, la escucha social y el big data. Las relaciones públicas ahora están preparadas para incorporar nuevas tecnologías, como la realidad virtual y la inteligencia artificial. Las organizaciones con ideas de futuro y los profesionales de las relaciones públicas seguirán al tanto de los nuevos desarrollos y aprovecharán las nuevas oportunidades.
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